• “El procedimiento de discusión y aprobación de la reforma energética del 2013”, tema de este jueves
• Especialistas externaron sus puntos de vista
En la Cámara de Diputados se llevó a cabo el Foro 8 “El procedimiento de discusión y aprobación de la reforma energética del 2013”, del Parlamento Abierto para el análisis de la iniciativa de reforma eléctrica enviada por el titular del Ejecutivo Federal.
Durante la jornada de este jueves, especialistas abordaron el tema tres “Objetivos planteados y resultados de la reforma de 2013”.
Reforma del Ejecutivo traerá grandes cambios
A favor de la propuesta, Carlos Meza Viveros, catedrático en materia de amparo y derecho constitucional, afirmó que la reforma propuesta por el Ejecutivo traerá como consecuencia grandes y reales cambios en el sector energético, a la economía del país y a los usuarios que son los receptores de un servicio vital como el suministro de energía eléctrica.
Afirmó que en la reforma de 2013 nunca existió el debate y su finalidad “fue desmantelar y privatizar las áreas estratégicas de la nación en beneficio de las empresas trasnacionales y esto representa una de las más grandes arbitrariedades que se han cometido en contra de nuestro país”.
La reforma energética de 2013 es útil
Al hablar en contra, Ramsés Pech Razo, analista y asesor de la industria energética, afirmó que antes de la reforma energética de 2013, la inversión extranjera directa solo correspondía al tres por ciento; hoy, al tercer trimestre, según datos de la Secretaría de Economía, es del 20 por ciento del total de la inversión extranjera directa.
Consideró que esta reforma sí ayudó desde un punto de vista financiero, de investigación y tecnología. Puntualizó que hoy se le da a PEMEX y a la CFE alrededor de un billón de pesos, y se van a necesitar para 2030 entre dos y 2.2 billones de pesos. ¿De dónde va a salir ese dinero? La reforma energética de 2013 no fue el plan, es una herramienta, falta el plan.
Es la iniciativa más trascendente de la actual administración
Al hablar en pro, José Romualdo Hernández, especialista en derecho energético de la Unidad de Estudios de Posgrado de la UNAM, indicó que la iniciativa es la más trascendente de esta administración. Agregó que la ignominia en materia energética comenzó con la firma del Pacto por México que fue una suplantación del Legislativo que dio una agenda de 16 reformas constitucionales, con una inusitada celeridad, sin debate técnico ni de contenidos que hoy sí se está dando.
Explicó que la reforma requiere de mayoría constitucional, pero también de una aprobación mayoritaria de los congresos estatales; ahí el grado de irresponsabilidad de los representantes, pues hubo donde se discutió en 10 minutos en el Pleno de los congresos estatales. “Hoy en este nuevo entorno, estamos de frente a la nación discutiendo el contenido de la reforma”.
La CFE ya no sería empresa productiva del Estado
Al hablar en contra, Severo López Mestre, experto en políticas y regulación energética, indicó que la reforma eléctrica que se está planteando señala que la Comisión Federal de Electricidad ya no sería empresa productiva del Estado y que se va a integrar verticalmente. Precisó que, si deja de ser empresa productiva del Estado, “pierde los controles corporativos y la transparencia”. Señaló que no hay una sola empresa en el mundo que establezca sus propias tarifas.
Agregó que toda la cadena de valor de la industria eléctrica pasa a la CFE. “Esa reforma constitucional no tiene precedente en México, ni López Mateos, ni Carranza, ni Cárdenas plantearon una reforma constitucional tan restrictiva como la que tenemos sobre la mesa”.
Preguntas
Posteriormente, se dio lectura a diversas preguntas a los ponentes respecto a la reforma de 2013, sobre transición energética, corrupción, abasto energético, transparencia, escenario de la iniciativa del Ejecutivo y costos.
Respuestas de participantes
Carlos Meza Viveros afirmó que con la reforma de 2013 no se cumplió ningún objetivo y puntualizó que es indispensable que se recupere lo que “nos han despojado las empresas beneficiadas que de alguna manera tienen contratos privilegiados, ya que la CFE soporta estas pérdidas elevadas”. Indicó que la intención de la reforma constitucional es ajustar las leyes secundarias a las necesidades que tienen las y los mexicanos para tener un servicio de calidad.
José Romualdo Hernández enfatizó que la reforma de 2013 “fue demasiado entreguista”. Precisó que, en su propuesta de iniciativa, el Presidente “es muy cuidadoso de mantener un principio fundamental que es la economía mixta, la participación del sector privado va a seguir presente en el sector de la industria eléctrica”.
Severo López Mestre dijo que se habla de que los contratos de autoabasto son el gran problema de la reforma de 2013, y puntualizó que éstos no tienen nada que ver. Enfatizó que se tiene que “repensar qué problema se está resolviendo y qué tenemos que poner en la mesa, en la Constitución y no atorarnos en el 2013”. Sostuvo que con la propuesta del Ejecutivo todo suena a que se está politizando a la CFE y “politizar a las empresas es muy peligroso”.
Ramsés Pech Razo comentó que el problema de la tarifa doméstica no está en la generación, está en la distribución. En los transformadores y líneas se paga 46 por ciento. Se tiene que discutir cómo se va a planear y actualizar la transmisión y distribución, si se tiene una población de más de un millón de personas y en el 2050 seremos más de 150 millones. ¿Cómo vamos a bajar la electricidad? ¿Bajando los costos de la distribución que es el problema que le compete a la Comisión? Se tiene que mejorar lo que ya está y darle mayor presupuesto.
Dijo que en esta reforma solo se está discutiendo lo que representa el 20 por ciento del sector energético, pues aún faltan hidrocarburos, infraestructura, ni se discute la parte ambientalista. Mencionó que para que un proyecto energético madure requiere de 5 a 8 años.